La escritura como herramienta terapéutica

La escritura como herramienta terapéutica

El psicólogo estadounidense James Pennebaker, con más de 30 años de investigación sobre los efectos terapéuticos de la escritura, afirma que escribir ayuda a reducir el estrés mental, reforzar la autoestima y fortalecer el sistema inmunológico.

Escribir nuestros pensamientos, emociones, deseos y vivencias es una herramienta terapéutica de autoayuda. Podríamos escribir sobre una situación particular que nos aqueja, ya sea expresando nuestros pensamientos o bien comunicando nuestras emociones a través de una carta. 

Los beneficios de la escritura terapéutica son múltiples:

  • Primero: propicia un espacio y tiempo para la introspección.
  • Segundo: aumenta la autoconciencia, autoestima y comprensión de sí mismo.
  • Tercero: genera mayor compromiso respecto al propio proceso y consecución de metas.
  • Cuarto: se tienen más presentes los cambios, descubrimientos y esfuerzos personales.
  • Quinto: amplia la perspectiva y genera alternativas ante la situación que se está viviendo.
  • Permite soltar emociones, sentimientos y pensamientos que de otra forma quizás no se liberan.
  • Provee de nuevos asuntos o aspectos que aportan más claridad a la vivencia.
  • Facilita la objetividad y comprensión de la situación desde diferentes perspectivas.
  • Permite evaluar y analizar en retrospectiva tus avances una vez que revisás tus anotaciones del pasado. 

Algunas recomendaciones para la escritura terapéutica:

  • Adquiere un cuaderno o diario para ir incluyendo tus anotaciones, fotos, cartas (que no se envían), recuerdos, pensamientos, dibujos, propósitos, etc.
  • Busca un momento del día en el que podás sentarte a escribir sin interrupciones. 
  • Anota todo aquello que creas interesante para comentar, trabajar y/o preguntar a otras personas.
  • Concédete la libertad de expresión. No perdás tu espontaneidad y creatividad.
  • Escribí siempre en primera persona para hacerte responsable de tus propias acciones y pensamientos.
  • Escribí en tiempo presente.  Es el único tiempo real que existe.
  • No interpretes ni te auto juzgues.  Dale paso a las ideas sin juzgarlas ni criticarlas.
  • Escribí cartas que no enviarás mencionando a lo largo de este escrito el nombre de la persona a quién va dirigida. Procurá escribir las ideas tal cual llegan a tu mente sin preocuparte por la forma de redacción, ortografía y caligrafía. Esta técnica ayuda a liberar dolor emocional.

Recuerda:

Practicá y experimentá la fuerza y el impacto que tiene la escritura como herramienta de crecimiento personal. Podrías convertir este ejercicio en un hábito diario que te ayudará a liberar, sanar y cultivar tu propio bienestar en general.

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