No me dieron una niña pero me dieron un milagro

No me dieron una niña pero me dieron un milagro

Cuando pidas a Dios un milagro hay 3 posibles respuestas: ¨si¨, ¨no es el momento¨, ¨tengo algo MEJOR¨…. El siguiente testimonio tiene como fin honrar a nuestra Virgen María en la Advocación de Cuapa, en agradecimiento por los milagros recibidos en nuestra familia.

Hace 9 años nació nuestro primer hijo Julio César prácticamente ciego, catarata total en ambos ojos. La noticia fue muy dura y el pronóstico que nos dieron de su visión era poco alentador. Los médicos no podían explicar el porqué de su condición, sin embargo, lo atribuyeron a un caso aislado que no repercutiría en el resto de nuestros hijos.

Cuando vino nuestro segundo hijo Jacob, la sorpresa fue aún mayor, encontrar que había nacido igual que su hermano, hecho que nos conmocionó pero que desde el comienzo lo aceptamos con paz y confianza. Sabíamos que era empezar de nuevo pero esta vez con más fe y fuerzas.

Algo genéticamente no estaba bien.

Al llegar a este punto, nos dimos cuenta que en realidad algo genéticamente no estaba normal y los estudios iniciaron revelando que había un gen que afectaría los ojos de nuestros hijos varones pero no de mujeres. Sin embargo, como matrimonio siempre quisimos tener 3 hijos y ese anhelo se mantuvo aún cuando conocíamos las posibilidades genéticas de un tercer hijo. Nos abrimos a la vida sin temor a pesar de como viniera nuestro tercer bebe.

Nosotros le pedimos mucho a Dios una niña, ya teníamos dos varones y además no queríamos volver a vivir la historia de las cataratas. La respuesta de Dios fue “tengo algo MEJOR!”, se trataba por tercera vez de un varón. Cuando tuvimos la noticia y supimos que podía nacer como sus hermanos, sabíamos que por algo Dios nos estaba haciendo pasar por eso aunque no comprendiéramos, entonces decidimos vivir el embarazo plenamente sin pensar ni preocuparnos como nacería – un día a la vez!

Recibimos una llamada del Departamento de Genética

Recuerdo que una tarde recibimos una llamada del Departamento de Genética de la Universidad de Miami donde nos decían: ¨tenemos disponible el examen en útero para saber si él bebe que esperan vendrá o no con el gen de cataratas, y así puedan decidir si interrumpirán o no el embarazo¨. Nosotros decidimos no hacer el exámen y esperar saberlo hasta que naciera. Las palabras¨ interrumpir el embarazo¨ me provocaba pensar que eso era equivalente a quitarle la vida también a los dos tesoros más grande que ya teníamos: Julio y Jacob.

La fecha probable de parto de nuestro tercer hijo Joaquín era el 17 de mayo (40 semanas). Julio y Jacob habían nacido por parto natural de 36 y 37 semanas respectivamente, ósea que llegar a las 40 semanas siendo mi 3er hijo y con la actividad física (yoga) a la que me dedico, la posibilidades según los doctores era muy poco probable.

En mi embarazo yo le había pedido a la Virgen de Fátima un milagro: que mi hijo Joaquín naciera sin cataratas y que además naciera el 13 de mayo que era su día (casi de 40 semanas). Ambos pedidos, tanto las cataratas como la fecha de parto eran poco probable y significaban ya un milagro del cielo. Si eso sucedía, yo le ofrecí a cambio dar este testimonio y hacerle una gruta en el jardín de nuestra casa para todos los días recordar la maravilla que había hecho en nuestra familia.

Un milagro…

Recuerdo que el día de nuestro 5to aniversario de bodas ocurrió algo que nunca me había pasado anteriormente: mi panza estaba llena de escarchas (ninguna otra parte del cuerpo). Las escarchas simbolizan la presencia de María cuando Jesús esta sanando o haciendo un milagro. Este hecho me hizo sentir un anuncio de la Virgen María de que si haría algo grande en nuestra familia.

El doctor me había dicho que el parto seria temprano como los dos anteriores, que llegar a las 38-40 semanas era muy poco probable. Cuando llegue a mis 36 semanas de embarazo me sentía cansada y sentía que al igual que mis otros partos seria temprano. Tenía contracciones y mucha presión en el útero. Un día estando en esas condiciones arreglando el cuarto de Joaquín, pensé con pesar que jamás llegaría al 13 de mayo y que por tanto el milagro no vendría.

En ese mismo instante, sentí que alguien me veía con mucha determinación, sentí como una sombra de alguien observándome, era tan fuerte que me dió miedo, me voltié a ver que era y era una imagen de la Virgen de Cuapa que habíamos puesto en una de las paredes del cuarto del bebe. Cuando me voltié y ví a la Virgen sentí que me decía (no audiblemente, pero si a mi mente) ¨Joaquín nacerá en mi día y vendrá sano de sus ojos¨.

En ese momento corrí donde mi esposo muy impresionada y le dije me acaba de pasar esto y esto… Joaquín podría nacer el 8 de mayo día de la Virgen de Cuapa en lugar del 13 de mayo día de la Virgen de Fátima. Después de esto no le conté a nadie más lo que paso, me quedaba la duda si había recibido bien o no el mensaje.

Los días pasaban y nada sucedía…

Todo iba indicando que el mensaje que había recibido de la Virgen era verdadero. El miércoles 7 de mayo le pedí a Julio mi esposo que nos durmiéramos temprano ya que presentía que mi labor iba iniciar de madrugada, así que dejamos todo listo.

Cerca de las 2am del 8 de mayo me despertó la primera contracción, sabía que todo había iniciado, las contracciones venían cada vez más rápido y fuertes. A las 4:30am por indicación del Doctor ingresé al hospital y me trasladaron a maternidad y posteriormente a la sala de partos. A las 6:40am Joaquín había nacido, de casi 39 semanas (fecha que impresionó a los doctores dado mi antecedente) y con los ojos completamente cristalinos, viendo el mundo y la Gloria de Dios.

La promesa de ella estaba completamente cumplida en tiempo y forma

La presencia de Joaquín en nuestro hogar es una bendición, doy gracias a Dios porque fue perfecto regalarnos otro varón. Joaquín complementa a sus hermanos de muchas maneras.

La Virgen María es nuestra madre, no importa la advocación en que se manifieste. En nuestra patria desde 1980 tuvimos el honor de tener su primera aparición en el pueblito de Cuapa, Chontales. Hoy miles de peregrinos la visitan y reciben de ella muchos milagros como el que nosotros hemos recibido. Le damos gracias a ella por haberse manifestado y por qué ahora su gruta está en nuestro hogar bendiciéndonos.

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